Mantén la micropipeta a su volumen máximo, es decir, el resorte (pistón) debe mantenerse estirado en su totalidad.
Ten a la mano papel absorbente, jabón neutro PH7 e isopropanol grado analítico.
Las micropipetas deben mantenerse limpias diariamente al iniciar su uso y al finalizarlo.
Desarma la micropipeta cuidadosamente.
Quita las manchas con jabón neutro y papel absorbente.
Aplica fuerza en las zonas donde más se usa la micropipeta, como es el caso de las puntas.
Procura utilizar filtros en las puntas de tu micropipeta para evitar la contaminación.
Igualmente, limpia meticulosamente el mango.
Limpia el émbolo de manera cuidadosa evitando lubricar ciertas zonas.
La zona donde hay fricción entre el émbolo y el resorte, no se debe lubricar ni limpiar (tampoco se debe limpiar el resorte como tal), ya que esa tarea le corresponde a un ingeniero biomédico.
Usa la solución de isopropanol para retirar el jabón neutro y garantizar una limpieza minuciosa.
En caso de que la micropipeta esté muy sucia por dentro, entonces utiliza un hisopo.
Arma tu micropipeta una vez que hayas finalizado la limpieza.
Envuélvela con papel Kraft.
Introdúcela en el autoclave a una temperatura de 120 °C.
Al retirarla del autoclave, espera 3 horas para que se atempere y así poder emplearla.
Verifica que está bien armada colocando una punta en la micropipeta y usándola con cualquier líquido. En caso de no funcionar bien, entonces puede que haya ocurrido algún error al armarla.